abr. 19, 2023
Más que cambiar las cosas, lo que ha hecho la pandemia de la covid-19 ha sido acelerar procesos que eran inevitables. Uno de ellos ha sido la digitalización de la sanidad; la cual está abriendo un sinfín de oportunidades y transformando por completo el sector de la salud. Sin embargo, la crisis sanitaria también sacó a la luz algunas de las debilidades del sistema, como el riesgo de colapso que se temió durante los meses más duros de la pandemia.
Algunas de estas oportunidades surgidas a raíz de la pandemia son y serán también las claves para blindar y reforzar el sistema sanitario ante sus puntos más débiles. Un buen ejemplo es la Hospitalización a Domicilio (HAD), la cual está empezando a mostrar ahora todo su potencial. Así lo demuestran varios estudios y estadísticas de diferentes hospitales españoles que, gracias a esta práctica, sitúan el ahorro de costes en un porcentaje entre el 40 % y el 60 %. Incluso podría llegar al 70 %, según se ha expuesto desde la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio (SEHAD), la cual también ha recordado que los resultados en esta modalidad son iguales o mejores que los de la hospitalización convencional, y que cuenta con un altísimo índice de satisfacción entre los pacientes.
Pero la eficacia de la HAD sobre modelos más tradicionales no queda reflejada solo en un estudio; sino también en la acción de las administraciones públicas que cada vez apuestan más por esta práctica. Por este motivo, no es extraño que el número de unidades de hospitalización domiciliaria en España no haya parado de crecer en estos últimos años, llegando ya a las 120, y situando el país como líder de la Unión Europea en este campo. Esta cifra supone que se atienden a más de 100.000 pacientes desde sus domicilios en todo el país.
Pero, contrariamente a lo que pueda parecer, los beneficios que la HAD aporta al sistema sanitario no solo pasan por incrementar la eficiencia hospitalaria y aliviar la presión de los centros sanitarios, sino que también supone una mejor y más confortable recuperación de los pacientes.
Y más allá de la eficiencia en la recuperación, en muchas ocasiones la HAD puede incluso incidir en la confortabilidad de los pacientes. Así se ha apuntado desde la SEHAD, que ha explicado que la Hospitalización a Domicilio “permite al paciente afrontar la enfermedad, e incluso la muerte, rodeado de los suyos, aportando mucho en la humanización de la sanidad”.
Otro de los beneficios que ofrece la hospitalización domiciliaria es que, junto a las nuevas tecnologías, solventa los problemas que sufren los pacientes crónicos en la sanidad de la pospandemia. Los productos y soluciones de salud digital —como los que ofrece Tunstall— brindan a los profesionales sanitarios la posibilidad de acceder a los datos de sus pacientes y a estar permanentemente conectados con ellos de forma remota. De esta manera, la hospitalización domiciliaria se convierte no solo en una posibilidad, sino en la alternativa más adecuada tanto para los profesionales como para los pacientes.
En este sentido, las soluciones y productos de Tunstall han demostrado en múltiples ocasiones su eficacia y fiabilidad tanto en la gestión de enfermedades crónicas como la de los cuidados complejos, transitorios y posagudos. Gracias al modelo de seguimiento e intervención llevado a cabo a través de la app myMobile y el análisis de la información recopilada en la plataforma ICP triagemanager, las personas pueden permanecer en sus hogares con la ayuda de un plan de cuidados personalizado en función de sus características, antecedentes y patologías, juntamente con una monitorización personalizada.
