El detector de gas ofrece tranquilidad adicional tanto a la persona usuaria como a quienes le cuidan. Detecta fugas de gas natural, gas ciudad, gas butano o gas propano. También puede detectar las emisiones de los gases derivados de la combustión.
Este dispositivo, junto al sensor universal Tunstall (módulo de transmisión vía radio), permite que la instalación en el domicilio pueda ser llevada a cabo rápida y fácilmente, sin la necesidad de cablear hasta la unidad domiciliaria.
Estos detectores son ideales para cualquier hogar, máxime si en él vive una persona mayor o con alguna discapacidad que pueda sufrir pérdidas de memoria u olvidos, por lo que necesita una protección constante.
También está indicado para personas con condiciones médicas especiales como epilepsia, diabetes o demencia, y en aquellos hogares en los que existan niños pequeños.
Los hogares quedarán protegidos durante las 24 horas del día tanto si sus habitantes están presentes como si no lo están.
Cuando se activa, el detector de gas transmite una llamada de alarma a través de la frecuencia social europea dedicada a los sistemas de teleasistencia (869.2125MHz). Esta alarma llega al terminal y este se encarga de emitir una alerta automática al centro de control o al personal cuidador. Esto permite al destinatario identificar qué tipo de detector ha iniciado la llamada, lo que facilita una toma de decisiones mucho más rápida.