jun. 14, 2024
Como teleoperadora de Tunstall en Murcia, cuando fui elegida para gestionar las situaciones de maltrato entre nuestras personas usuarias, no imaginaba la realidad que están sufriendo cada día tantas personas mayores en sus hogares; en muchas ocasiones con sus propios hijos y familiares más directos.
Otras veces, dicho sufrimiento se produce cuando los familiares dejan el cuidado de sus personas mayores en manos externas, y estos y se terminan desentendiendo del día a día y de cómo las tratan realmente, ya sea por comodidad o por dejadez. En muchas ocasiones, este mismo hecho ya es percibido por las personas mayores como una falta de amor y cariño hacia ellas.
No es fácil, pues, escuchar el sufrimiento tan grande que tienen las personas mayores al verse imposibilitadas de vivir felizmente en sus hogares, debido al miedo y a la profunda tristeza que les causan estas realidades en las que se encuentran, creyendo, además, que nadie las puede ayudar.
Por ello que, en muchas ocasiones, nuestras llamadas son su única vía de escape por unos minutos, y nosotros y nosotras, como profesionales de la teleasistencia, las personas en las que confían para expresar sus sentimientos, miedos, preocupaciones, tristeza, o desasosiego…
Como teleoperadora es muy gratificante llamar a una persona usuaria y recibir respuestas como; ‘Estaba deseando que me llamaras’; ‘Qué alegría me da oír tu voz’; ’Eres la única persona que me llama por teléfono; me encanta escuchar tu voz porque me das seguridad y paz’… Y así con más y más personas.
La era poscovid ha supuesto otro revés para nuestras personas mayores, ya que, en lugar de ayudarlas, la sociedad se lo ha puesto aún mucho más difícil; dejándolas a merced de la brecha digital para hacer simples gestiones como ir al banco, a su Centro de Salud, a los Servicios Sociales, o a cualquier otra entidad pública en general…
Incluso hay trámites, como hacer o cambiar un testamento, que se pueden convertir en misión imposible para ellas, debido a la dependencia que pueden tener de las personas de su entorno para poder llevarlos a cabo, dejándolas en una situación de máxima vulnerabilidad.
Así pues, el resultado final es que las personas mayores necesitan más ayuda que antes, ya que no tienen la tecnología adecuada o no la saben usar, con lo cual situaciones adversas como la impotencia, la dependencia y la soledad se suman a su ya complicado día a día.
En este sentido, es muy satisfactorio saber que desde el Servicio de Teleasistencia hacemos una labor muy importante, en la medida de nuestras posibilidades, ayudándolas a pedir cita para su Centro de Salud u otras cuestiones.
Por otro lado, es muy triste también escuchar que nuestras personas mayores “temen” que llegue el fin de semana porque nadie va a ir a verlas o las va a llamar por teléfono. Esto contrasta con los días de entre semana, que, a veces por intereses de los familiares, reciben visitas para comer en su casa, o son acompañadas a una cita médica. Sin embargo, los sábados y domingos se encuentran en la más absoluta soledad.
No debemos dejar de reivindicar la erradicación de estas situaciones de soledad y maltrato. Como sociedad a la que todos y todas pertenecemos, deberíamos concienciarnos más de todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. En muchas ocasiones, incluso no somos conscientes de que nuestros familiares también pueden padecer síntomas de soledad y maltrato, muchas veces psicológico, pero no por eso menos doloroso que el maltrato físico.
Por todo ello estoy muy orgullosa del trabajo que hago día a día como teleoperadora de teleasistencia, y estoy también agradecida con la formación y el interés que hay en Tunstall para que podamos hacer un mundo mejor, tratando, en la medida en la que nuestros medios nos lo permiten, que nuestras personas mayores sean lo más felices posible y se sientan seguras en sus hogares. Con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, aprovechamos para compartir este díptico con información útil sobre el maltrato a las personas mayores.