feb. 14, 2024
Hoy, 14 de febrero, además de ser conocido como el día de los enamorados o San Valentín, es también el Día Mundial de la Energía.
Es cierto que el amor es fundamental en la vida del ser humano, y que tanto dar como recibir amor nos hace sentir plenos y felices, pero… ¿Y la energía? ¿Cómo de importante es en nuestra vida cotidiana?
Hagamos una reflexión sobre nuestro día a día. Desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir, nuestra forma de vida depende de algún tipo de consumo de energía, como, por ejemplo, mantener una temperatura adecuada en nuestras viviendas, desplazarnos al trabajo a través de medios de transporte, cargar nuestros móviles, entre otros. Este uso de energía puede venir de fuentes no renovables (procedentes del petróleo), para mover vehículos a motor de gasoil o gasolina, calefacciones de gas natural, o de fuentes renovables (eólica, solar, hidráulica, geotérmica, etc.), con un menor impacto ambiental.
Es por ello que debemos apoyar el uso sostenible de la energía y los recursos energéticos, consiguiendo, poco a poco, concienciar a la sociedad de la importancia de garantizar su acceso a nivel global.
Y es que la energía influye directamente en el cambio climático del que estamos siendo testigos cada día con las noticias que vemos en todo el mundo. Este, además, el centro de casi todos los retos a los que nos enfrentamos para lograr un planeta más sostenible.
Algunos datos muestran la importancia que tiene lograr este cambio hacia energías más sostenibles. Según un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se estima que el 13% de la población mundial (aproximadamente 675 millones de personas) vive en la más absoluta oscuridad. Cuatro de cada cinco de estas personas se encuentran en el África subsahariana. En estos países, el acceso a la energía está muy relacionado con el desarrollo socioeconómico, y la sostenibilidad ambiental obstaculiza cosas tan importantes como la educación, la atención médica y las oportunidades económicas. Sin embargo, los 30 países más desarrollados del planeta contabilizan un consumo de más del 60% de energía diariamente (los cuales representan un 15% de la población mundial).
La utilización de fuentes no renovables a partir de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, está estimada en un 80%, mientras que apenas un 20% se genera con energías renovables.
Aunque esta situación va mejorando poco a poco, sigue habiendo mucho trabajo por delante para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7, que pretende garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para toda la población en el año 2030.
Mediante la celebración de este día mundial se pretende revertir y concienciar sobre esta realidad, que impacta de manera negativa sobre el medio ambiente, y, por lo tanto, sobre nuestro día a día.