abr. 8, 2022

Más de 30 años en el mundo empresarial dan para mucho. También para vivir la evolución de la sociedad y el ascenso de algo tan importante como la igualdad entre hombres y mujeres. Lo constata nuestro cuarto y último testimonio, el de nuestra compañera Manoli Álvarez, asistente del comité de dirección de Tunstall España: “Las cosas han cambiado y mucho”.

Manoli, que lleva más de 15 años en la compañía, pone de ejemplo cómo era el día a día en los años 80 y 90 en la empresa de seguridad para la que trabajaba, y que con Tunstall empezó la implementación de la teleasistencia en España: “Todos los directores eran hombres, y las mujeres que trabajábamos en la empresa hacíamos los escritos a máquina y ordenador, las fotocopias, utilizábamos el fax, la impresora y los archivos físicos”. La situación era tan exagerada que “ellos únicamente nos daban documentos escritos a mano para ‘pasar a limpio’”. “No sabían - o no querían - ocuparse de hacer ni una de estas tareas porque lo consideraban propias de mujeres. Algo muy ridículo”, recuerda Manoli.

Nuestra compañera llegó a Tunstall en la década de los 2000, cuando la empresa de seguridad fue vendida. Durante muchos años, Manoli se encargó de gestionar los pedidos del área de teleasistencia, cosa que le permitió adquirir muchos conocimientos acerca de este tipo de tecnología y su finalidad. Y fue a partir de ese momento cuando notó un gran cambio en cuanto a la igualdad de género. “El equipo que venía de la empresa de seguridad y que decidió abrirse camino en Tunstall era gente joven, con una mentalidad mucho más abierta”, relata. A modo de ejemplo, “todos y cada uno de ellos sabían gestionarse sus escritos, fotocopias y archivos”.

A pesar de la clara evolución que la sociedad ha conseguido en este ámbito, aún queda mucho por recorrer. Lo ejemplifica a la perfección el mismo testimonio de Manoli, que reconoce que se ha encontrado en la situación de tener que defender a una compañera ante una discriminación machista y también en la de ser ella la defendida, “pero afortunadamente hace muchos años de esto”.

En la actualidad, Manoli no se siente afectada por la desigualdad de género, pero tiene muy claro que eso no quiere decir que esta no exista, incluso en la misma organización. Es por este motivo que se debe seguir avanzando hacia la igualdad definitiva, cosa que Manoli está convencida que acabará sucediendo. “Con mi edad y experiencia puedo decir que nada tiene que ver la posición en el trabajo y en la vida cotidiana de una mujer de hoy con la de una de hace 30 años”, asegura.

Y, a pesar de que ve concienciados a los hombres con los que trabaja, también advierte que “siempre habrá radicales a los cuales no habrá quien les quite la venda de los ojos, por educación, por traumas, por inseguridades, por despecho o por miles de circunstancias”. “Pero tanto hombres como mujeres tenemos que seguir reivindicando dicha igualdad, porque todos y todas somos iguales”, insta. Y pone de ejemplo lo que sucede en Tunstall: “Somos una organización con mayoría de mujeres en gran parte de departamentos, y nos hemos posicionado y empoderado para evitar cualquier desigualdad”.

Y para que este futuro de igualdad llegue, otra lucha que hay que afrontar es la del cambio climático, en la que Manoli afirma que “es fundamental que las mujeres seamos más visibles, ya que tenemos mayor predisposición a adoptar la actitud para combatir el cambio porque somos las más afectadas por este problema”. De esta manera, manifiesta Manoli, “podremos aportar nuestro grano de arena”.