La accesibilidad, el elemento clave para que nadie se quede atrás

Arancha Ramos, delegada territorial Castilla-La Mancha


mar. 15, 2022

Hoy, 15 de marzo, se celebra el Día Mundial del Trabajo Social para poner en valor esta labor que busca mejorar la realidad de los diferentes grupos sociales que conforman una sociedad o una comunidad a través de la detección de los problemas y la aplicación de soluciones. Y es que, gracias al Trabajo Social ha sido posible que las sociedades hayan avanzado en aspectos tan importantes para su bienestar como el desarrollo y la cohesión social, el fortalecimiento y la liberación de las personas.

Este año, el lema del Día es "Construyendo juntos un nuevo mundo eco-social: sin dejar a nadie atrás", y desde Tunstall nos hemos querido inspirar en él para reivindicar la importancia de la accesibilidad universal, un elemento que ya no es considerado una necesidad básica de un único colectivo social sino un aspecto clave en la mejora de la calidad de vida de todos los/las ciudadanos/as.

Por este motivo, en Tunstall hace años que estamos comprometidos con la aplicación de medidas de accesibilidad en nuestras soluciones tecnológicas, infraestructuras y medidas organizativas del servicio con el fin de que nuestros servicios de teleasistencia sean universalmente accesibles.

Y el compromiso de alcanzar la accesibilidad universal impregna todos los elementos de nuestros servicios: desde la valoración inicial cuando una persona usuaria se da de alta en el servicio –en la que se determina el nivel de apoyo que necesita recibir, además de las prestaciones y las medidas de accesibilidad requeridas- pasando por las comunicaciones orales, escritas y audiovisuales que tenga con el equipo de profesionales de Tunstall –incluyendo medidas para una lectura fácil, audioguías y audiodescripciones, lengua de signos o subtitulaciones entre otras- hasta el diseño de una tecnología accesible para que esta pueda ser usada por cualquier persona, favoreciendo los criterios de accesibilidad sensorial, motora y cognitiva del servicio. Algunos ejemplos de nuestra tecnología accesible son el dispositivo Easy Press, que permite a aquellas personas con problemas de movilidad o fuerza activar el pulsador sin tener que pulsar la parte central, o los dispositivos de teleasistencia móvil, muy útiles para personas que realizan actividades fuera del hogar y que sufren un deterioro cognitivo leve.

Sin embargo, y pese a todos estos avances, hoy en día aún existen barreras que nos impiden alcanzar la plena accesibilidad en la amplia gama de prestaciones que ofrece la teleasistencia. Por eso, desde Tunstall nos hemos comprometido a seguir trabajando para superar todos estos obstáculos. Y prueba de ello son los proyectos de Accesibilidad Universal que hemos desarrollado y estamos ya implantando en los territorios donde gestionamos el servicio.

Y a pesar de las dificultades que estamos seguros que nos encontraremos en el camino, también estamos convencidos de que las superaremos porque no es la primera vez que las afrontamos. Solo de esta manera se entiende la multitud de iniciativas, desarrollos tecnológicos y programas diseñados y desarrollados por Tunstall a lo largo de estos años para hacer que nuestro servicio de teleasistencia sea plenamente accesible.

Algunos ejemplos del esfuerzo continuo en la investigación, la innovación y la colaboración público-privada en esta materia son la participación en innovadores proyectos, basados en estrategias y recomendaciones para el desarrollo de sistemas de teleasistencia para personas mayores sordas; la implantación y adaptación de los primeros sistemas de comunicación para personas sordas y dependientes en 2010, cuando también ampliamos el servicio a las personas cuidadoras con un programa de apoyo; o el diseño e implantación del primer modelo de Teleasistencia de Atención Personalizada entre 2015 y 2017. Resultado de todas estas investigaciones son prestaciones como, por ejemplo, la app CareSOS, que facilita la comunicación con el equipo de profesionales de la teleasistencia sin la necesidad de que la persona usuaria tenga que hablar.

Así pues, cada paso que damos nos coloca más cerca de llegar a la tan deseada y necesaria accesibilidad universal en la teleasistencia, que tiene que ser seguida por cada prestación que exista en nuestra sociedad, y que permitirá, como he dicho antes, mejorar la vida de todos los ciudadanos y las ciudadanas, evitando que nadie se quede atrás para que entre todos construyamos el mundo eco-social del día de mañana.

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