feb. 4, 2021
Hoy se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, promovido por la OMS, el CIIC y la UICC con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad en la prevención y el control de esta enfermedad. En este #DíaMundialcontraelCáncer, yo me he comprometido a dedicar una parte de mi tiempo a aprender sobre el cáncer, sobre la reducción de riesgos de padecerlos y sobre cómo podemos ayudar a gestionar el impacto que tiene en las personas que queremos.
Gracias a una mejor identificación de factores de riesgo, un diagnóstico más temprano y los nuevos tratamientos, el cáncer ha pasado de ser una enfermedad rápida e inevitablemente fatal a ser una condición que se puede controlar y manejar durante largos períodos de tiempo. Este cambio ha llevado a que, desde hace tiempo, se la considere como una enfermedad crónica (Ward BW, 2014). Este tipo de transición no es única en la historia de la medicina. Se han producido procesos parecidos en enfermedades respiratorias o cardiovasculares, insuficiencia renal, diabetes e incluso SIDA / VIH que, como algunos cánceres, no se pueden curar, pero se pueden controlar durante un tiempo prolongado. Es un cambio fundamental en los procesos asistenciales y la organización de servicios, en el papel de los pacientes, su empoderamiento y autocuidados (Bodenheimer T, 2002), e incluso en las políticas de salud.
El paciente con cáncer crónico es, muy habitualmente, un paciente con necesidades complejas que requiere un apoyo integral más allá de la gestión estrictamente clínica. Además de un adecuado manejo de su salud, también necesita apoyos para garantizar su bienestar psicosocial y su calidad de vida, así como una gestión de caso que garantice la coordinación y la continuidad en los cuidados. Necesita, como en toda condición crónica, un enfoque asistencial integral e integrado, preventivo y proactivo en el que verdaderamente se consideren sus valores y preferencias en la toma de decisiones.
La prestación de servicios sanitarios apoyados en telecomunicaciones o tecnología digital va incorporándose progresivamente en el terreno de lo ordinario en la asistencia sanitaria (Basch E, 2016), y esta adopción se ha visto acelerada por el impacto de la COVID19. Las intervenciones terapéuticas mediante aplicaciones de software para la prevención, el seguimiento, la gestión y el tratamiento de síntomas y enfermedades o para la optimización del tratamiento se han testeado y validado ya en diversos contextos asistenciales. Se han utilizado ampliamente en enfermedades como la insuficiencia cardíaca o el EPOC, pero este tipo de intervenciones debe poder replicarse en cualquier paciente que requiere un seguimiento a largo plazo. Por eso, y con el propósito de seguir aprendiendo sobre cómo podemos ayudar a gestionar el impacto que tiene el cáncer crónico con el que afrontamos la celebración de este día, nos hemos preguntado ¿cómo sería la solución de salud digital ideal en el apoyo al cáncer crónico?
En una reciente e interesantísima publicación (Aapro M, 2020), cuya lectura os recomiendo, se define el papel y el impacto de las soluciones de salud digital en la atención al paciente oncológico. En este artículo se describe cómo debería ser la solución ideal para el paciente con cáncer y quiero destacaros algunos aspectos que me parecen esenciales:
En este #DíaMundialcontraelCáncer, yo me he comprometido a dedicar una parte de mi tiempo a aprender sobre el cáncer, sobre la reducción de riesgos de padecerlos y sobre cómo podemos ayudar a gestionar el impacto que tiene en las personas que queremos. Desde Tunstall seguiremos trabajando para poder ofrecer a las personas que atendemos la solución digital ideal. ¿Qué vas a hacer tu? #YoSoyYVoyA