abr. 28, 2021

El 28 de abril se celebra el día mundial de la seguridad y salud en el trabajo, este año 2021  bajo el lema “Anticiparse a las crisis, prepararse y responder - Invertir Hoy en Sistemas Resilientes de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST)”. Con este lema la ONU y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) nos emplazan a extraer y aprovechar los aprendizajes  derivados de la crisis mundial de la COVID, invirtiendo hoy para estar preparados en el futuro.

Es precisamente en esta línea de pensamiento en la que centro este artículo, recuperando uno de los objetivos históricos de la seguridad y salud laboral, que más que nunca recobra máxima importancia. Invertir hoy y cada día en desplegar una autentica cultura preventiva.

Si algo nos ha enseñado esta crisis a los y las profesionales de la seguridad y salud en el trabajo es, precisamente, la necesidad de una autentica cultura preventiva que vaya más allá de las fronteras de las empresas y se instale en los cimientos de la sociedad. Así, la cultura preventiva es la mejor arma para preparar tanto a empresas como a la sociedad en su conjunto a seguir luchando ante esta crisis y las que puedan venir, pues la seguridad y salud en el trabajo, no son aspectos que competen solo al mundo laboral, sino también a la educación, los poderes públicos, los medios, etc. Y, por lo tanto, a la sociedad en su conjunto.

Viéndonos envueltos en esta crisis, dure aun lo que dure, hemos podido observar como el conocimiento colectivo de la sociedad ha ido integrando ideas, conceptos, vocabulario… (conocimientos en general) en materia de protección y prevención de riesgos laborales (tipos y escenarios de uso de mascarillas, confinamiento, sistemas de ventilación, barreras físicas, químicas y otras medidas higiénicas para luchar contra el virus), así como términos antes tan desconocidos como FFP. Pero la pregunta realmente importante es: ¿todo esto ha contribuido al desarrollo de la cultura preventiva? Aunque en cierto modo parezca que sí, la realidad es que no ha sido así, ya que este aprendizaje se ha construido a base de sudor, pero también de dolor y lágrimas. La cultura preventiva que queremos es aquella que, por tan integrada, se manifieste de forma natural en todos los ámbitos de la sociedad y que nos permita estar realmente preparadas y preparados antes de que se produzca la necesidad. Y de forma que una nueva y eventual contingencia no nos dañe como personas, trabajadoras ni sociedad tal y como lo ha hecho la actual crisis sanitaria.

En definitiva, el auténtico reto deberá residir en desplegar una autentica cultura preventiva, basada en mensajes positivos que influyan en maneras de hacer más seguras y que calen e integren los valores y principios preventivos en el seno de la sociedad. ¿No es acaso aquello en lo que han estado trabajando los y las profesionales de la prevención comprometidos desde aquel distante 1995 e incluso antes? ¿Y los que les seguimos y los que vendrán después? Este es un trabajo que nunca termina y requiere tenacidad y constancia.

En este marco, desde el servicio de prevención mancomunado de Tunstall y la dirección de recursos humanos del grupo en España, realizamos diferentes acciones de comunicación y concienciación dirigidas a nuestras y nuestros profesionales con la finalidad de generar mensajes positivos en materia de seguridad y salud en el trabajo y colaborar en el despliegue de una auténtica cultura preventiva.

Estando convencidos de que generando un entorno de trabajo seguro y saludable para las personas trabajadoras, colaboramos en seguir avanzando en nuestra visión, misión y valores, siguiendo los principios de One Tunstall.